11 noviembre 2008

LA DOBLE MORAL DE LOS TOROS

Se acercan las fiestas de Quito, y con ellas los noveleros de todos los bandos. Por un lado tenemos a los aniñados que por irse de farra son capaces de gastar hasta el ùltimo centavo de su sueldo (o mesada) para irse a una de estas fiestas privadas con costos que fluctúan entre 40 a 80 dólar.

- Cómo te vas a gastar 40 dólares en una fiesta, no seas tan huevón! le dije.
- Es que no te imaginas el farrón que se va a armar en el Blues, barra libre de lo que quieras hasta morir y hasta ceviche te van a dar de desayuno!!! me dice un ex compañerito de la U.



Por otro lado tenemos a los que sufren metamorfosis ibérica a comienzos de diciembre. Muchos se quejan de la crueldad hacia los toros, pero nadie habla de la crueldad de nosotros los transeuntes que tenemos que verlos cerca de la plaza de toros borrachos con sus mejores prendas de vestir, sombrero de cowboy o de paja toquilla (al más puro estilo Freddy Elhers), botas de cuero en punta, bota de vino y demás artículos que los asemejen a sus puras raices españolas. Es sin duda una oda a la banalidad pero sobre todo a la novelería y al desapego a otras manifestaciones culturales que verdaderamente nos identifican como mestizos que somos.



Y hablando de novelerias tenemos a los peores de todos, a los noveleros-activistas-ecologistas y defensores de los animales. Estos tipos piensan que la única fecha en la que se cometen atentados contra los animales es entre el 1ro y 8 de diciembre. Entonces ellos salen a las calles con sus cartelitos contra las corridas de toros. Nunca les he visto verdaderamente indignados reclamar fuera de la plaza, al contrario, siempre los veo tomando una que otra cerveza cagados de risa hasta que llegan las cámaras de Ecuavisa y entonces empiezan a vociferar consignas activistas.

Si tan solo estos ecologistas se compadecieran de los seres humanos de la misma manera y con el mismo entusiasmi que con un animal que de todos modos le van a dar el vire en el camal.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí sinceramente no me gustan mucho los toros pero me encanta ir con mi Papá porque así compartimos un tiempo ameno entre los dos y le veo contento.

Los aniñaditos dizque ibéricos y los ecologistas Jipis (o punkeros que ahorita también están de moda) en las fiestas de Quito, valen madre.

Todo el mundo parece que quisiera hacer algo para sentirse bien consigo mismo y pertenecer a un grupo.

¡Seamos libres por favor!

Si fuera por mí, nunca me peinaría, ni afeitaría y me iría a trabajar con cualquier ropa.

Aunque no pueda hacerlo siempre soy irreverente y subversivo. Dichosos los que pueden reconocerlo.

Mario D. García dijo...

los toros son un asco... lo único bueno es que se puede ir a recoger alguna borracha rica que aún tenga un poco de carne en los huesos... buen remedio para pasar el chuchaqui!

saludos

mauflagrum dijo...

bacano el Blog loco, cague de risa... y sif, cierto lo que expones...

saludos

PD: para el albert, felicidades campeón, continua con tu irreverencia inútil, y tu libertad de ser parte del gran grupo llamado SOCIEDAD...

Anónimo dijo...

lastimosamente son pocos los verdaderos activistas y te reto huevon a que pongas las fotos de las huevadas que hablas o sino mejor date una vueltita por PAE a ver si piensas antes de opinar mamaracho

puteandoenforma dijo...

eres lo máximo compadre...

Anónimo dijo...

CLAROOOOOOOOOOOOO Q ME GASTOO LO Q SEA POR FARREAR