15 noviembre 2008

Ambigüedades odontológicas

El jueves pasado me fui a que me calcen la muela, porque ya no daba con el malestar de andar a cada rato "chupándome" la muela para sacarme los restos de carne.

En fin, me fui a verle a la dentista de siempre a que me tape la muela y que me haga la limpieza de cajón. Bueno, me eché en ese sillón y abrí la boca. Qué situación más burda es estar con la boca abiertota, yo estoy seguro que los dentistas deben estar pensando "qué cara de cojudo que pone".


Es sin duda una clara situación de poder, el dentista puede (o no) hacerte doler y pensar que somos merecedores de dolor por nuestros malos hábitos de higiene oral, o peor aún por ser feo, prieto, mamarracho, etc. Yo lo haría si fuera dentista. Por suerte yo le caigo bien a todos y no tengo los problemas antes mencionados.

Entonces la doctora empieza una conversación, yo sin saber a quién se dirigía, si a mi o a su asistente y dice:

- Uy, no puedo creer el huecaso, está totalmente destrozado...va a salir carísimo!

Yo pariendo entre mi decía, chucha ya me jodí porque no tengo más que 25 centavos para darle al pana que cuida el carro abajo del consultorio...chucha, capaz que le dejo mi celular de prenda (como que fuera tienda de barrio) hasta ir a mi trabajo y pagarle. Y yo con la boca abiertota sin saber qué hacer.

Al final nada, ha estado conversando con la asistente de sus reparaciones en su nueva casa, ha sido que se le ha inundando una habitación y han tenido que picar el piso, de ahí su mencionado "huecaso". Bueno, sentí alivió al saber que no se refería al estado de mi muela.

La doctora siguió conversando con la asistente de ese y otros temas familiares (chismes), como la situación de su padre el cual no puede levantarse ni para ir a cacar. Bueno, yo me perdí en esas charlas, ya no las seguía realmente, solo estaba pensando en lo tonto que me debo ver con la boca abierta, babeando, queriendo tragar saliva inutilmente e iluminado con ese foco encima de mi cara mientras escuchaba el sonido de ese taladrito. Fue entonces cuando escuche decir a la doctora:

- Hay que reconstruir totalmente la pared, está hecha pedazos y más vale que tumbemos todo y volver a reconstruirle...porque de caso contrario, si solo remiendo una parte, luego podría caerse toda la pared.

Yo no le paré bola, seguí hipnotizado por mis pensamientos y por la luz, entre mi decía "y dale esta man con lo de sus paredes, huecos y demás huevadas que hablaba acerca de su nueva casa". Fue entonces cuando la doctora me empuja el brazo, así como diciendo "EY, ey!...con vos es!" Ahí me di cuenta que esta vez sí estaba hablando conmigo y me dice:

-Tengo que reconstruirle toda la muela porque si le hago solo la parte rota es posible que se le vuelva a caer la calza...está de acuerdo?

A lo que solo pude atinar a asentir, con la boca abierta, algo así como:

2 comentarios:

Anónimo dijo...

primero.....creeme q a la final uno se acostumbra a la cara q uno pone en el dentista...esa carita de idiota jajajaja y digo creeme porq yo tengo brackets jajajaja y voy muuuuuy seguido.
segundo eso de la boca abiertota a la final hasta duele jajaja terrible... y al final, asentir es bueno jajaja hay q aprender a hacerlo mas seguido jaja y no preicuparse por si falta plata

nat dijo...

Como odio las visistas al dentista! y el sonido de ese taladrito o lo que sea que usa para salvarte las muelas y te duren un poco... jaja.
buen blog! Saludos!