11 abril 2010

Y vos qué has hecho!!...

...cuando estás cagando y te quedas sin papel higiénico?

Yo suelo ser precavido y mirar si hay al menos 4 ó 5 cuadritos disponibles, pero hace pocas semanas que me provocó ir al guater, estaba fantaseando durísimo con Lady Gaga, así que me olvidé por completo chequear la disponibilidad de delicado folio elaborado a partir de ese místico y milenario material llamado celulosa.

Claro, si estás en tu casa todo se reduce al bien conocido duchaso...al fin y al cabo todo va por tuberías, así que ese dilema queda bastante solucionado. El lío es cuando estás fuera de casa y tienes que ir a hacer "la depo" y sólo te queda la siguiente consigna: encontrar con qué limpiarte el trasero y eliminar cualquier evidencia al más puro estilo CSI.

Voy a contarles las veces que he tenido que gambetear cual Garrincha esta situación embarazosa no sin antes poner este caso de antecedente: Hace poco más de 10 años me encontraba en casa de una amiga a quien llamaremos María José (Hola Majo) y tenía que usar el servicio higiénico con suma celeridad. Así que pregunté dónde estaba ubicado el servicio higiénico y procedí silenciosamente a cagar en cantidas titánicas. Bueno, al principio palidecí al darme cuenta que no había sedoso material en el baño, pero como defequé de manera prolija no requería de dicho pergamino de limpieza anal...pero esto me llevó a la siguientes preguntas: y si hubiera estado con diarrea?, si hubiera comido oreos antes de ir al baño?, si era de esas veces que ni limpiándote 20 veces queda limpia la salida del tubo digestivo?, en fin...éstas y más preguntas me obligaron a estar precavido para futuros aprietos.

Así pasó. Cerca de un lustro más tarde tuve que afrontar colosal situación. Cómo será el destino de sabio que tuve que pasar por esta prueba en la misma casa en la que por primera vez me di cuenta de esta realidad fecal. Por suerte tenía todos mis sentidos listos para usar lo que hubiese en el baño para salir ileso de vergonzoso hecho...y así fue, aquella pequeña planta de sávila al pie del inodoro tuvo que pagar las consecuencias del acto corporal, quebré una rama, la partí en dos (así tendría al menos 2 limpiadas) y procedí meticulosamente a higienizar mi parte pudenda. Luego, tenía otro conflicto: qué hacer con el impúdico y ya obsoleto vegetal. Bueno, hice lo que cualquiera hubiera hecho...lancé la rama de sábila por la ventana hacia el tejado de un local de hamburguesas muy conocido en la capital.

Mi segunda vez fue en la universidad. Es que hay veces que uno está tan concentrado en las tareas académicas que a uno se le olvidan incluso las actividades corporales. Bueno, esta vez tenía mi mochila a mano, así que no fui tan creativo...tomé el cuaderno agenda de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y lo más silenciosamente posible rasgué un par de hojas a las cuales traté de "suavizar" arrugándolas contantemente hasta obtener una textura decente.

La última vez que tuve que recurrir a estas estrategias fue hace muy poco y fue lo que me llevo a escribir este didáctico post. Cada vez uno se vuelve más cómodo, pone la practicidad por encima de la creatividad, tal vez sea otra de las señales que me anuncian que estoy envejeciendo. En todo caso, esta vez me encontré sentado y las únicas posibilidades de limpiarme las nalgas eran:
a) usar la toalla de manos
b) usar unos pequeños cuadros con frases motivacionales hechas de madera
c) usar el cilindro de cartón que queda cuando el papel se termina

Y bueno, naturalmente me decidí por la última opción haciendo un procedimiento similar al caso anteriormente relatado. Socializando con amigos, tíos, profesores me di cuenta de que no era el único que me ha pasado esto...de hecho me lleve una grata sorpresa al escuchar soluciones como limpiarse con el calzoncillo, sacarse un calcetín y usarlo, limpiarse con la toalla sanitaria, limpiarse con las manos y luego "desinfectarse" con abrasivos limpiadores como es el agua y el jabón, etc...y vos qué has hecho o qué harías en esta situación?