07 abril 2009

Marín - Fin del mundo

Me había olvidado lo que era montarse a un bus, ahora no me queda otra opción que movilizarme en buseta otra vez (cuando no llueve en bici, claro)...y después de muchos años. Al inicio sentí que era una especie de liberación de lo material, pensé que cambiaría mi dañina actitud de conductor rabioso hacia un comportamiento menos agresivo y sin dependencia de un objeto tan "inutil" (nótese el sarcasmo) como lo es un automóvil. En principio fue así, fue liberadora la ausencia del carro, pero ultimamente siento la incomodidad de viajar en bus.

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Antes de salir cuento los sueltos justos para que no me den 25 monedas de 1 centavo de vuelto en el bus. Me preparo para salir de casa, no sin antes ponerme los audífonos y haber seleccionado cautelosamente el playlist más adecuado para mi estado de ánimo de hoy: te compro a tu novia, la cumbia del garrote, eres un enfermo del cybersexo, nadie se muere por un amor, entre otros hits merengueros/cumbieros.

El playlist contrasta con el cielo gris pero alzo mi mano y extiendo mis dos dedos agitándolos para que el bus pare. Me subo al vuelo, y siento todas las miradas de los pasajeros, encuentro un asiento vacío pero al sentir un aire caliente mezclado con olor a axila rancia y perfume yambal decido explorar otras posibilidades. Finalmente me siento al lado de un señor enorme, estoy del lado de la ventana y justo en el asiento que queda sobre la llanta del bus...mis piernas no están en ángulo de 90° por lo que pronostico que en 15 minutos me dolerá el culo y no sentiré las piernas. Los asientos están tan estrechos que es inevitable sentir la pierna del señor, casi no puedo moverme.

El playlist que elegí de pronto se está volviendo una pesadilla bajo este panorama tan apocalíptico. De pronto hace calor, sale el sol y me da en pleno rostro... es en este momento que me doy cuenta el porqué ninguna persona se sentaba al lado de la ventana y el calor me consume. Quisiera sacarme el saco y la bufanda pero el espacio es reducido. La pierna del señor está más cerca que nunca a mi pierna y es inevitable sentir el calor y la humedad de su pierna sudorosa...desespero. Mientras tanto decido usar la carpeta que llevo en la mano como visera, al más puro estilo "ejecutivo".

Un personaje (seguramente guayaco por su acento) se sube al bus a vender caramelos: 2 caramelos $0.10 ó 5 por $0.25 y me los ofrece pero con la cabeza hago señal de negación; noto su inconformidad. Cada vez que pasa por mi puesto me dice tiernas palabras como "hijueputa, ya vas a ver", "careve*ga por 25 centavos te vas a dejar ver las huevas"...antes de bajarse del bus me mira y mueve los labios murmurando consignas violentas y hace un gesto con sus manos cerca de su boca como diciéndo "te la tengo juradashhh".

El señor de al lado finalmente se baja y decido ocupar su lugar para evitar los rayos ultravioleta sobre mi ya caliente rostro; grave error. El señor al parecer me dejó un recuerdito: Un asiento caliente y húmedo.

Uno se dice a sí mismo "mañana será otro día", pero nunca será otro día, siempre será el día después de sentarse sobre el sudor del culo de un desconocido.

6 comentarios:

LA Gaby dijo...

jajajajaja por eso prefiero quedarme sentada en la ventana antes que en el asiento humedo del culo del pasajero anterior..

por cierto gracias por la recomendación musical de ayer... me subió el ánimo ;)

mauflagrum dijo...

nada como el transporte urbano en horas pico! la valevergancia extrema

El Apestado dijo...

¡Tatay!

Anónimo dijo...

INUTIL TENER AUTO, CAPAZ PIENSAS ESO PORQ NO PUEDES COMPRARTE UNO

Edd Stargazer dijo...

Alguna vez hice un post referente a cuanto personaje divertido puedes encontrarte en un bus. El jueves anduve en trole cerca de medianoche y de nuevo me topé con los "borrachos de siempre" que cantaban "chullas quiteños" en pleno abril. Un nivel increíble!

Gargamel dijo...

No se quejen, que no saben como añoro subirme en los buses urbanos, se ve cada cosa, cada viaje es una aventura, son infaltables los vendedores, el apestosillo, el que cae mal porque habla web-adas, la man que este rrreca y no para bola aunque uno la mire, la que te para bola pero esta hecho gato, las mandadas de mano (y uno que otro roze "sin querer") como se extraña esos tiempos.